viernes, 31 de marzo de 2006

Inacabado

es difícil
sentarse delante de tus padres y decirles
que no puedes asomarte a las ventanas abiertas,
que no puedes caminar por puentes,
que sencillamente no quieres caminar más.

Tú no me conoces así que no me importa decírtelo.
No me importa desnudarme aquí, porque nunca nadie me verá desnudo.

es difícil
asumir que uno está enfermo
es difícil pagar las multas que a uno le pone la vida,
si las pagas en el acto el importe se reduce a la mitad,
pero uno siempre piensa que las multas son injustas y se niega a pagarlas, hasta que ya no le queda más remedio, y entonces ha de pagarlas todas de una vez,
y uno debe andar con cuidado, porque si no, sabe que volverá a ser multado,
y uno que nunca respetó los límites de velocidad, se encuentra ahora circulando en dirección contraria por el arcén en un vehículo sin carné, y quién sabe si teledirigido,
y ya no ve el peligro, ya no hay peligro, ya no hay riesgo de accidente,
¿Qué te puede pasar? Nada. Eres muy pequeño, vas muy despacio y en dirección contraria.
De frente ves venir a los que mañana te acompañarán en tan surrealista caravana.

es difícil
pedir ayuda
es difícil
gritar socorro
(no puedo evitar pensar en una mujer homónima corriendo por la playa para llevarle una cerveza fría al marido que juega la partida mientras un puro enfermo de aluminosis hace equilibrios en la comisura de sus labios para no caerse al vacío, y una enorme y peluda barriga desborda su bañador atravesando cual tuneladora la camisa desabrochada)

La verdad te hará libre. Por eso es mejor no decirla nunca.

No sé cómo acabar ésto.
¿Me ayudas tú?


Kala
Yann Tiersen - Les retrouvailles

6 comentarios:

Shay dijo...

No merece la pena... para el coche, camina, mejor caminar que seguir conduciendo sin descanso. LLégate a una playa y bébete tú la cerveza fría. Aspira, siéntete libre, huele las aguas, las algas, las olas, dibuja pirámides con tus pies...
Espira. Siéntate a gusto, y siéntete bien, porque te quedas tú, el más importante.

Ágætis byrjun dijo...

No se había ido.
Sólo era luna nueva, pero yo no lo sabía.

Nunca me acostumbraré a ser un lunático

Cle dijo...

Vamos a estar atentos. Hay agujeros sin miedos, sin soledades, sin angustias esperando a que los encontremos. Sólo hay que estar atento y ser un poco lunático. ;)

Ágætis byrjun dijo...

Pues nada, estaremos atentos :)

Sr. Atún dijo...

las multas impagadas vienen con un recargo del 20%
y si es teledirigido, no podrás atribuirle la multa al que empuña el joystick? yo lo haría, aunque sólo fuera por despecho.

Ágætis byrjun dijo...

no se me había ocurrido pensarlo, pero ahora que lo dices, tienes toda la razón.
Pondré a mis abogados a trabajar en ello...

Gracias por estar aquí.

A todos.

En vuestra compañía me siento bien.