viernes, 28 de julio de 2006

diecinueve



Con viento del este hiciste una cama,
soplaste sobre ella para templarla.
y con el murmullo de tu voz de agua
me cantabas nanas sin letra.
y dormíamos tan juntos
que amanecíamos siameses.
y medíamos el tiempo en latidos.
y en tus dedos yo tocaba mis canciones,
dedos de teclas de celesta.
y tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas
como diminutas patas de ciempiés.
y nos repartíamos los labios y los dientes y el hipo,
y del alfabeto, las impares.
y en tus dedos yo tocaba mis canciones,
dedos de teclas de celesta.

2 comentarios:

Cle dijo...

Vaya, parece que también hemos llegado a la misma canción en idénticas fechas!!! Espero poder rescatar a Cle del asfalto pucelano un día de éstos, Harry!!! ;)

Ágætis byrjun dijo...

Mi querida y añorada Cle!!!!!!!

ya sabes, andábamos sin buscarnos...

sabes?, creo que voy a patentar la "Teoría de la concatenación de casualidades sorprendentes" ;P

Cuídate mucho y RESCÁTALA!!